jueves, 4 de mayo de 2017

Un cuento nuevo, y otras creaciones.

Creación literaria con y para los niños de Infantil:












Creación en verso


He elegido la melodía de la canción de baby shark que es muy pegadiza, cambiando la letra y eligiendo el método de repetición y del poema en canción, transformándolo en cántico, que creo que podría para la hora de psicomotricidad, para jugar e ir incluyéndole nuevos gestos y movimientos incluso que los propios niños se animen a ir incluyendo pequeños pareados.
A continuación dejo el enlace de la canción original para que no quede ninguna duda de cuál es:

https://www.youtube.com/watch?v=GR2o6k8aPlI



Es una canción que creo que puede ser más apropiada para niños de 4-5 años de edad incluso 3, para 4-5 porque pueden participar en la invención de nuevos movimientos u órdenes a partir de participar en el baile. Pueden percibir la relación entre la acción y las palabras, y algo que es muy importante que empiezan a distinguir el ritmo y sonido de las palabras, que de lo que realmente se trata la canción.

Pues vamos al lio, la nueva letra de la canción:

Ahora vas, tuturururu
Ahora vas, tuturururu
Ahora vas, tuturururu
A cantar
Vamos ya, tuturururu
Vamos ya, tuturururu
Vamos ya, tuturururu
A trepar
Venga ya, tuturururu
Venga ya, tuturururu
Venga ya, tuturururu
A rodar
Un poco más, tuturururu
Un poco más, tuturururu
Un poco más, tuturururu
A saltar
Todo junto:
A cantar,  tuturururu
A saltar,  tuturururu
A rodar,  tuturururu






Se puede repetir estas estrofas con diferentes movimientos u ordenes

Ahora sí,  tuturururu
Ahora sí,  tuturururu
Ahora sí,  tuturururu
A descansar
Now slow,  tuturururu
Now slow,  tuturururu
Now slow,  tuturururu
A roncar….


Reflexión personal:

La clase presencial de ayer fue muy enriquecedora, me encanto; toda la creación de literaria, en este caso para infantil, parece sencilla y divertida...Supongo que esa facilidad vendrá dada con la práctica y de crear algo a partir de unos niños concretos, sabiendo sus gustos y aficiones. Lo que es cierto es que después de nuestra sesión presencial la sensación que se me queda de este ripio que he creado es que es una "patata"...jajaja...
Pero bueno con bien nuestra teacher de eso se trata, de aprender...Y la próxima idea con las Buenas ideas asimiladas saldrá algo más divertido y bonito.


Creación dramática: Ricitos de oro.




Me animado por modernizar un cuento clásico, en concreto: Ricitos de oro y los tres osos. Mediante la técnica de incluir palabras nuevas que sustituyan a los conceptos más obsoletos de la narración.

Los personajes que aparecen en este cuento y formaran parte de la dramatización, son:

La niña Ricitos de Oro
Oso papa
Oso mama
Oso hijo
Narrador

El dialogo comienza a fluir:

- Narrador: hace mucho tiempo cuando aun había osos en Asturias.

- Ricitos de oro: que bonita es esta pradera, me encanta pasear por el campo. Menos mal que ya no llevo los rizos suelto,  desde que se enredaron con las ramas de los arboles trepando, y  mi padre me ha hecho una trenza preciosa y comodísima.

- Narrador: Ricitos de oro, le encantaba pensar en alto…

- Ricitos de oro: cogeré flores de diferentes colores, esta primavera esta todo precioso, y hay que aprovechar que hoy no llueve. 
¡Uy! Y esta casa, no la recuerdo. Pero si estoy segura que aquí fue donde acampamos la semana pasada con la nueva tienda de campaña. Buscaré en google la ubicación, pero no aparece nada…
Llamara y preguntare, puede ser la nueva casa rural, que me han dico que van a montar joo…que raro la puerta está abierta, voy a cotillear.

- Narrador: En la salita había una mesa con tres pizza enormes, cada cual más grande que la anterior.

- Ricis (que así llamaban a ricitos de oro sus amigos..): ¡uff! Que hambre tengo y se me ha olvidado el bocadillo en casa, yo creo que como algo de lo que hay por aquí, aunque no me tengo cash, seguro que tienen datáfono.

 - Narrador:  Ricis probo la primera pizza, la más grande, pero no le gusto tenía mucha carne y demasiados ingredientes, luego le daría mucha sed.
Probó la segunda, pero era una pizza de brócoli y sin queso...y desde que había visto in side out, le había tomado manía la pizza de brócoli.

- Ricis: por favor pero que pizzas son estas…la tercera tiene mejor pinta; queso, peperoni, aceitunas…¡¡Ñami Ñami!!. ¡¡Que rica!!. Entera que me la he comido. Me ha faltado la cocacola…
Ahora me voy a tumbar un rato en ese sofá a ver la tele, que tiene que ser comodísimo, y esto en casa con el petardo mi hermano pequeño, no me dejaría ver nada interesante solo pepapig..¡agg!
Me encanta hacer zapping..
¡Anda un reportaje de osos!, como mola… Aunque dan un poco de miedo son tan grandes. Voy a buscar algún programa más divertido…pues nada, no hay nada en la tele…
Bueno..pues voy a seguir investigando en la casa…¡tomaaa, que habitación más grande!. Cabe hasta un scalextris.
Dormiré una siestecilla antes de volver a casa. Voy a probar esta cama tan grande. Pues es muy dura y las sabanas son feísimas… mmm…mejor la siguiente, esta tampoco me gusta, es muy blanda se parece a la almohada que usa mi madre..Pero esta cama de aquí al lado tiene otra pinta, ¡¡oohh!!Está sí que sí…un ratito solo…

- Narrador: Ricis se durmió profundamente…

- Los tres osos: ¡Levántate, despierta!

- Ricis: ¡¡¡ahhhhhh!!!!¡os estoy asustando!

- Los tres osos: ¿Por qué?

- Ricis: no sé, se supone que eso es lo que tengo que hacer…

- Oso hijo: no sé, quizás prefieras ver unos videos en youtube que tenemos preparados, y como ya no queda pizza..ejem ejem (guiño un ojo el oso.) podemos tomar unos sandwichs y palomitas o lo que te apetezca..¡nos encanta tener invitados!

- Ricis: ya han pasado unas horas y tengo que volver a casa, pero me lo he pasado genial, s os parece mañana os invito yo a merendar.

- Los tres osos: genial, llevaremos mucha miel.

- Narrador: se hicieron bestfriend.



Y colorin colorado este cuento se ha acabo



FIN

La dramtización la he hecho a partir del cuento popular de Ricitos de Oro. he empleado la técnicas de introducir palabras nuevas, de este modo se moderniza y se llega a un lenguaje mas coloquial, que incluye objetos y acción actuales que antes no aparecían. haciendo que los niños se identifiquen mas aun con los personajes. la edad recomendada puede ser 5-6 años, con esta edad se vem reflejados en el personaje de la niña, y tambien porque se trata de cuentos folcloricos simples, les gustan los cuentos donde aparecen animales humanizados,el lenguaje es simple, y tiene una trayectoria con desenlace feliz.


Creación en prosa:

Me gustaría explicar un poco sobre este cuento.
Realmente es bastante más largo, como se puede apreciar en la ultima parte de esta entrada en el blog, pero depsués de leer algunos blogs de las compis, he pensado que era muy extenso para esta actividad teniendo en cuenta que lo tenemos que leer entre nosotras para comentarlo...y no es que nos sobre el tiempo, por tanto he decidido resumirlo. Aunque la versión original esta tal cual en la creación del libro.
También comentar que es una transcripción de la aventuras de mis hijas en el campo, que a ellas les encanta que contemos las anécdotas que les pasan en el cortijo y de este interés surge la idea de plasmarla en un cuento.
por el tipo de contenido, la extensión y vocabulario creo que es un texto adecuado para niños de 5-6 años y que ademas pueden verse identificados con Trola y sus aventuras.

TROLA Y EL HUEVO DE CHOCOLATE


Érase una vez, en un país muy lejano, una niña que se llamaba Trola. Trola vivía casi siempre muy contenta con sus papás. Trola tenía cuatro abuelos, que son los papás y las mamás de su papá y de su mamá. Los abuelos Clodo y Maribel eran los papás de Bledo, y tenían una casita en un pueblo precioso de Segovia.

 Los papás de Mary se llamaban Trolo y Maritoñis. También tenían una casita de pueblo, en un sitio que le decían El Campo, y que estaba en la provincia de Córdoba, que también es muy bonita.

 Trola “gustaba mucho” cuando sus padres la llevaban al Campo, porque allí se juntaba toda su familia. Con tanta gente, la vida siempre era allí más divertida y siempre había alguien con quien jugar. 

  El Campo era en realidad una granja, que allí en Córdoba se llaman "cortijos". Como en todas las granjas, había muchos animales.
 Trola “no gustaba” todos aquellos animales tan grandes sueltos alrededor. La verdad es que le daban un poco de miedo.

  Su momento favorito del día era cuando por la mañana, por qué: el abuelo Trolo madrugaba muy tempranito y se iba a dar un largo paseo hasta el pueblo. Allí, compraba el pan, los churros para el desayuno y el periódico y se daba la media vuelta para El Campo. Antes de llegar a la Casa, se paraba siempre en el gallinero para recoger los huevos que habían puesto las gallinas cada noche. Y lo mejor de todo es que entre los huevos de las gallinas siempre, siempre había un huevo de chocolate. Porque tenéis que saber que el abuelo Trolo tenía en su gallinero una gallina muy especial. Una gallina que sólo ponía huevos de chocolate. ¡Chúpate ésa! 
El abuelo le regalaba siempre el huevo de chocolate  Trola porque sabía que le gustaba muchísimo.
 Por eso, después de levantarse, Trola esperaba siempre impaciente a que llegara el abuelo Trolo…

- ¿Hay huevo de cacolate para Trola? - preguntó con ansiedad.
- Un momento, un poquito de calma - respondió el abuelo - Vamos a ver que tenemos por aquí...

 Trola pasó rápidamente los ojos por el contenido del cesto: habíamuchos tipos de huevos y en medio de todos... ¡Sí, allí estaba el huevo de chocolate! 

 ¡Mmmmh, qué rico! Cuando Trola se quiso dar cuenta, en la mano sólo tenía un trozo del envoltorio de papel de colores.

- Abuelo Trolo...
- ¿Sí? Dime, niña
- ¿Podemos ir al gallinero a ver si hay más huevos de cacolate?
- ¡Uy, no! Ya te he dicho que la gallina que pone los huevos de chocolate sólo pone como mucho uno al día. 
- ¡Pero a lo mejor hoy está muy contenta y ha puesto más huevos! Yo me he portado muy bién
- No, no: sólo uno al día. Ésa es su costumbre, Trola.

 En vista de que con el abuelo no había nada que hacer, Trola buscó a su abuelita Maritoñis.

- Abu Toñis... -empezó con timidez
- ¿Sí, mi amor? ¿Qué quieres, tesoro?
- ¿Vamos al gallinero a ver si hay más huevos de “cacolate”?
- Tendrás que esperar a que la gallina de los huevos de chocolate ponga otro huevito mañana. Hasta entonces, si quieres puedo hacerte un bocadillo de chorizo.

 Nada, imposible. A sus papás no podía ir a pedirles que fueran a por más huevos de chocolate, porque eran muy estrictos con las chuches y no le dejaban comer más de una al día. Para eso eran mejores los abuelos. Así que buscó a la bisabuela Rita.

- Buelita Rita...
- ¡Ay, mi ratilla sabihonda! ¿Qué quiere mi niña?
- Oye, ¿me acompañas al gallinero? ¡A lo mejor hay más huevos de chocolate!
- ¡Un huevo de chocolate! eso no puede ser, ratilla, hasta mañana no habrá más ¿Quieres un caramelo?
- No -dijo Trola decepcionada, mientras se marchaba de allí.

Estaba visto que así no había manera. Habría que pensar en otra cosa.

 Había llegado el momento propicio. Después de la comilona campera, la familia entraba en un estado de modorra. 

- ¡Ahora es el momento! - pensó Trola - Nadie se dará cuenta si me voy ahora.

 Así que muy despacito y de puntillas, Trola se escurrió fuera del salón y, abriendo sin hacer ruido la puerta de la calle, salió sin ser notada, estando ya su casa sosegada ¡Ya estaba fuera!

 Ahora ya sólo quedaba salir de la cerca para llegar hasta el gallinero. Al principio Trola tuvo un poquito de miedo y se lo pensó, pero luego volvió a acordarse del reluciente huevo de chocolate y sacó fuerzas de flaquezas. Así que llegó hasta el lugar donde había un boquete en la vieja cerca y por allí salió en busca de la aventura. 

 Trola estaba tan contenta con su travesura que echó a correr entre los encinares. De repente, a su espalda sonó un estrépito horrible y chirriante:

- ¡Hii-Aaah, hi-aaah!

 Trola se volvió aterrorizada y se encontró el hocico húmedo de un gigantesco animal peludo que la asustó muchísimo.

- ¡Socorro!

 El animal, por increíble que parezca, habló y dijo:

- Hija mía, Trolita, tampoco es como para que te pongas así.
- ¿Quién eres tú? ¿Por qué sabes mi nombre? - respondió Trola un poco escamada.
- Yo soy un burrito, y me sé tu nombre porque tus papás me llamaron también Trolo cuando tú naciste. En realidad, creo que soy tu burrito... ¡Hii-Aaah!
- ¡No hagas eso! Trola no gusta cómo canta el burrito.
- ¡Hii-haaa-haa! - se rió el burro a su modo - perdóname. Ésta es la forma que tenemos los burros de cantar. Se llama "rebuzno", y la verdad es que no tiene muy buena prensa. A casi nadie le gusta mi canto, pero qué le vamos a hacer ¡Hii-Aaah!
- Oye, burrito, ¿y por qué eres tan feo?
- ¿Feo, yo? ¡De eso nada! Que no te guste cómo canta el burro, pase, pero que me digas feo eso sí que no. En realidad, si te fijas bien, soy pequeño, peludo y suave, tan blando que se diría soy una bolita de algodón ¡Mira qué bonitos los espejos de azabache de mis ojos! ¿Quieres montarme y que te lleve a alguna parte?
- No gracias - dijo Trola con educación, aunque en realidad muerta de miedo sólo de pensar en montarse en aquel animalazo tan grande para ella - quizás cuando sea más mayor. Bueno, ahora ya soy bastante mayor, no te creas. Pero es que ahora tengo que... bueno, tengo que hacer una cosa.¡Adiós burrito!
- ¡ Aaah - diós Trola, aaah-diós!

 Trola se fue contenta de su nuevo amiguito, aunque por otra parte un poco aliviada de no tener que oír más el canto del burro.

Trola miró en todas direcciones buscando alguna pista del camino de vuelta a la casa y al gallinero donde buscar el prometido huevo de chocolate. Sólo vio las altas encinas, bueno, ahora había también otro ruido:

 Sordo y lejano, se escuchaba una especie de gruñido, que por momentos se transformaba en gritos y quejidos de horrible sonido. Trola empezó a sentir miedo. No era un solo ruido, sino muchos, y cada vez estaban más cerca.

 De repente los vio. Bajaban al trote una piara de cochinos.

 Trola echó a correr como el viento:

- ¡Socorro, socorrooooooo!

  Trola pensó que ya estaba perdida cuando de repente, de no se sabe dónde, se escuchó una voz:

- ¡Pero bueno! ¿Qué es lo que está pasando aquí?

 Allí parado frente a ella, sosteniendo un carrillo, estaba su tío-abuelo Juan (de éste tampoco os había hablado antes). El tío Juan era  el que cuidaba del cortijo y de todos los animales. Rápida como el rayo, Trola se refugió junto a su tío y se agarró a él lo más fuerte que pudo aunque, como era tan chiquitita, sólo alcanzó a aferrase a su dedo meñique.

- Pero ¿qué te pasa, Trola? ¿Por qué corres tan asustada?
- ¡Me persiguen los cochinos, tío! - gritó Trola aún muerta del susto.
- ¡Ja ja! ¿Y les tienes miedo? - se rió su tío.
- ¡Creí que querían comerme!
- ¡Ja ja!  No pasa nada solo es que son muy escadalosos: Tú nunca tengas miedo a nada ¿Me oyes? ¡Mira!
 El tío Juan cogió una vara y se dirigió hacia la hambrienta piara gritando con voz recia:

- ¡Tuuusa! ¡Gurriá! ¡Tuuuuusa! ¡Gurriá!

 Los cochinos retrocedieron alarmados mientras el tío les esos ruidos y los cochinos hacían más ruido todavia:

- ¿Sabes? Ellos te persiguen porque, como siempre tienen hambre, cuando ven a una persona piensan que viene a echarles el pienso y por eso te seguían tan ansiosos ¡Ven, vamos a echarles de comer ahora!

-  Trola dijo- ¡qué asco! ¡mira que son cochinos comiendo!
- Por algo les llaman cerdos ¿verdad? 
- Mejor vete a jugar cerca de la casa.
- ¡Vale! - dijo Trola, pero para que no se notara la mentira no se atrevió a preguntar por dónde tenía que ir - ¡Adiós, tío Juan!
- ¡Adiós niña, adiós!

 Trola se alejó de allí y solo pensaba en: "Nunca tengas miedo a nada".

No había perdido de vista las zahúrdas, de pronto ante sí un animalazo aún mayor y de aspecto todavía más peligroso. 

- ¡No me comas! - gritó Trola.

 El animal, sorprendido, parpadeó dulcemente con sus grandes ojos con larguísimas pestañas. Y dijo:
- Muuuuuu...  Pero, ¿Cómo voy yo a comerte, niña? ¿Pero qué clase de bestia crees que soy?
- No sé -dijo Trola- creo que eres un toro.
- ¿Un toro? - se rió - Bueno, casi aciertas pero, de todas formas, los toros tampoco comen gente, aunque sí pueden ser muy peligrosos. Yo soy una vaca. Una vaca brava, eso sí, y puedo tener mi genio, pero normalmente lo más peligroso que hago es matar moscas con el rabo...

Trola se disculpó con educación:

- Es que llevo un día...
- No te preocupes hija, a muchos madrileños ya mayorcitos que vienen por aquí les pasa lo mismo: no distinguen un toro de una vaca…
- Bueno nada, pues hasta otro rato, ahora se distinguir a una vaca perfectamente.

Trola divisó por fin la cerca que había antes de llegar a la casa ¡Por fin había encontrado su camino! Allí el gallinero. Pero...

 Delante del gallinero, dormitaba Talo, el imponente perrazo guardián criado para defender el gallinero.

 Trola volvió a pensar en su huevo de chocolate para darse ánimos: A lo mejor, si voy con mucho cuidadito y no hago ruido puedo pasar sin despertarlo - pensó. Y dicho y hecho. 
 Trola pasó de puntillas junto al perrazo, sintiendo casi su aliento en los tobillos. Un par de pasitos más y ya estaría. Cuando iba a darlos, escuchó de repente al perro:

- ¿Adónde va la niña?

 Trola se llevó un susto enorme, claro. El perro se había puesto de pie y ahora, grande como un oso, estaba frente a Trola. Casi tartamudeando, dijo lo primero que se le pasó por la cabeza:

- Pero... pero ¿tú no estabas dormido?
- Ja, ja -se rió el perro- nosotros los perros sólo dormimos a medias. Además, ni siquiera me ha hecho falta verte para saber que estabas aquí ¿no sabes que los perros tenemos muy buen olfato? ¡Te he sentido desde que estabas a la mitad de la cuesta! Y ahora dime, niña ¿se puede saber adónde vas?
- Pueeees, el caso es que quería ir... al gallinero. Estoy buscando un huevo de chocolate, ¿puedo pasar?
- ¡Pues claro! para eso eres de la casa, puedes venir cuando quieras
- ¡Qué bien! Al principio me dabas un poco de miedo, pero ahora me pareces muy simpático
- ¡Vendré a verte más a menudo! - se despidió Trola.

En el gallinero, hacía mucho calor, 
 Trola se asustó, las gallinas eran casi tan altas como ella y  la rodeaban por todas partes cacareando. Trola pregunto:

- ¡Hola! ¿sois vosotras las gallinas que ponen huevos de chocolate? 
- ¡Jajaja! Nosotras somos las gallinas cocorinas, y ponemos huevos normales y corrientes, pero chiquititos. Mira, pregúntale a esa gallina tan extraña.
 Es verdad, la gallina que le indicaban tenía un aspecto raro, con el cuello despeluchado preguntando:

- Hola, ¿eres tú gallina de los huevos de chocolate?

- ¿Chocolate? ¡No, chica, yo soy la gallina del pescuezo pelao! ¿Es que no lo notas?

 Bastante desanimada, Trola se quedó al fondo del gallinero. De repente, un rayo de sol entró por el ventanuco y alumbró el rincón, ¡allí estaba un huevo de chocolate! Trola dejó escapar un grito de alegría:

- ¡Por fin! ¡Mi huevo! ¡El huevo de chocolate! ¿Puedo cogerlo? ¿De qué gallina es este nido?
- Llévatelo si quieres pero... ¡Qué raro! - respondió la gallina Cocorina - ése no es el nidal de ninguna gallina.
- ¿No? - dijo Trola - ¿Y de quién es?
- Es la conejera, la conejera del conejo.
- ¿El conejo? ¿Y cómo se llama?
- Se llama Pascual... el conejito Pascual.

COLORIN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABO

FIN


Creación del libro:

Que decir de esta parte de la actividad... después de nuestra clase presencial y de reflexionar, la verdad es que el cuento tiene bastantes defectillos...si empezamos por la seguridad de los mas pequeños, no es nada seguro..., espiral metálica con terminaciones puntiagudas, el material es papel sin ningún tipo de refuerzo, lo que implica poca vida útil. Muchas letras son pegatinas de purpurina, que como no, pueden ser arrancadas y tragadas...además de ser un cuento largo, por eso creo que podemos partir de la premisa que seria un cuento para narrarlo, no hace falta leerlo, así siempre se podrá abreviar según las necesidades. Y como hemos explicado antes, el material no es el mas adecuado lo que lo hace más característico de los niños mas mayores de segundo ciclo de infantil.
Independientemente a la parte negativa de la creación, ha sido divertido. He recibido ayuda externa, colaborando con algunas ilustraciones y con partes de la historia

TROLA Y EL HUEVO DE CHOCOLATE




















































1 comentario:

  1. El cuento es un poco largo, pero en general es un trabajo estupendo. Perfecto.

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